Historia de pueblo magico Tequila
Cristóbal de Oñate conquistó la región. A su llegada los naturales levantaron albarradas para defenderse en el cerro de Teochtinchán o Teochtenchán; pero al cerciorarse que todo era inútil, lo recibieron en paz. El arribo del conquistador acaeció en abril de 1530.
Los franciscanos encabezados por Fray Juan Calero, poblaron el sitio actual de Tequila, con grupos indígenas traídos del cerro del Chiquihuitillo, fundando la población de Santiago de Tequila el 15 de abril de 1530; la cual se dio en encomienda a Juan de Escárcena.
A principios de 1541 tuvo lugar una insurrección de los indios tecoxines y de los caxcanes, que se extendió de la sierra de Tepec a Tlaltenango, Xochipila, Nochictlán y Teocaltech. Coaxicari, fue el jefe en el occidente y Tenamaxtli, llamado ya Diego Zacatecas, en el norte. En mayo de 1541, los indígenas de Tequila, Ahualulco y Ameca se unieron a la rebelión, remontándose al cerro de Tequila, guiados por Tenamaxtli. Fray Juan Calero, o del Espíritu Santo, fue al cerro a pacificarlos, invitándolos a bajar, pero fue sacrificado a flechazos y pedradas, despojándolo de sus hábitos y colgándolo en el ídolo que veneraban.
Los naturales de Tequila y Ameca también dieron muerte a Fray Antonio de Cuellar, guardián del convento de Etzatlán, quien había procurado por medio de la meditación evitar una sangrienta guerra.
En octubre de 1541, el virrey Antonio de Mendoza, alarmado por la rebelión, salió de México con destino a la Nueva Galicia; decidido a sofocar esa insurrección. Se apersonó ante el virrey el cacique Diego Zacatecas quien fue llevado prisionero hasta Etzatlán donde lo puso en libertad a condición de que tornaran a su pueblo y se dedicaran al trabajo y al estudio de la doctrina. Finalmente fue enviado a España.
Una vez derrotados los rebeldes, en diciembre de 1541; Fray Francisco Lorenzo volvió desde Etzatlán a continuar la labor pacificadora de los naturales mediante su evangelización.
La primera fábrica fue instalada en 1600 por don Pedro Sánchez de Tagle, marqués de Altamira, quien introdujo el cultivo y destilación del mezcal para producir tequila.
Hacia 1623, Domingo Lázaro de Arregui en su “?Descripción de la Nueva Galicia” hace referencia al corregimiento de Tequila, en los siguientes términos: “?[…] Los indios de Tequila tratan en llevar fruta a Guadalaxara, que por ser el pueblo muy abrigado y tener el río tan hondo y cerca, tienen lo más del año sandías y melones y muchos plátanos. Y tiene el pueblo por la parte del sureste muy cerca de las casas un monte o cerro muy alto, y llaman el cerro de Tequila, y sube más de 40 leguas por la parte del oriente. Por este pueblo de Tequila pasa el camino que viene de México y Guadalaxara a todas estas provincias marítimas hasta la de Sinaloa.”
Se conoce que un hombre apodado “?máscara de oro”, a principios del siglo XIX, se pronunció contra el gobierno español. El gobernador de Nueva Galicia, José Fernández Abascal, sofocó el levantamiento, recibiendo como premio por este hecho de armas, el título de virrey del Perú.
En noviembre de 1810 el bachiller Rafael Pérez, por orden de José María Mercado, llegó procedente de Etzatlán al frente de 200 hombres, apoderándose de la plaza. Un acto heroico que debe enorgullecer con justicia a los lugareños se verificó entonces, Agustina Ramírez de Rodríguez, mestiza, oriunda del pueblo y madre de 11 hijos, no todos mayores de edad, los entregó a los insurgentes para que combatieran por la Independencia.
Por decreto del 27 de marzo de 1824, Tequila se convirtió en cabecera de departamento y en esa misma disposición se le concedió el título de villa. Desde esta fecha Tequila existe como municipalidad.
En 1825, aparece registrado como pueblo con ayuntamiento y cabecera de departamento del 5° cantón de Etzatlán.
Por decreto número 265 publicado el 15 de enero de 1872, los departamentos de Ahualulco y Tequila se erigen en duodécimo cantón, siendo este segundo lugar la cabecera. Posteriormente, en marzo de 1891, se estableció definitivamente en Ahualulco la cabecera del 12° cantón.
El 9 de enero de 1874, se publicó el decreto número 384, mediante el cual se le concedió a la villa de Tequila el título de ciudad, en reconocimiento a la patriótica y valiente conducta observada por sus vecinos el día 24 de enero de 1873; cuando el jefe político Sixto Gorjón, al frente de medio centenar de gendarmes y un grupo de valientes tequilenses se resistieron con valentía a que la ciudad fuera tomada por las huestes de Manuel Lozada “El Tigre de Alica”; lo que finalmente ocurrió cobrando las vidas de los lugareños.
Turismo en Tequila pueblo magico
Se puede admirar el Templo de la Purísima y el Templo Parroquial construido por el alarife Martín Casillas. El municipio cuenta con atractivos naturales como el Volcán de Tequila que es una amplia zona boscosa y desde donde puede observarse, en días despejados (noviembre a mayo), el Valle de Tequila y el de Atemajac.
- Artesanía
Elaboración de castañas o barrilitos hechos de roble, llamado palo colorado, decorado con figuras alusivas al agave; también se elaboran ánforas forradas con piel de cerdo, con inscripciones de frases típicas; ambos productos se llenan con la tradicional bebida del tequila. También se producen artículos de barro (jarros, cazuelas, comales, cántaros, etc.), y existen algunos talleres donde se elaboran huaraches.
Recientemente se ha organizado un taller en donde se trabaja la talabartería bordada con “pita” (hilaza extraída de la planta de candelilla); se elaboran cinturones piteados, diademas, prendedores y adornos bordados con la fibra. También existe otro taller para el tallado de la piedra de obsidiana en donde se hacen figuras decorativas, esta roca se extrae de las faldas del cerro de Tequila. - Gastronomía
De sus alimentos destacan la birria, pozole y enchiladas; y de sus bebidas el tequila y mezcal.